Solo contigo {Bianca}

La cargué la tomé en mis brazos y la llevé hasta su habitación comencé a desvestirla, ya no me importaba nada mas que ella sus labios, su cuerpo su piel, -Te amo- susurraba en su oido el cual mordía y lamía comencé a descender y la recosté en su cama comencé a deshacerme de su ropa, la cual tiré a un lado de la cama y comencé a acariciar su cuerpo con mis labios y con mis dedos, desendi hasta su sexo el cual comencé a lamer y chupar al igual que su clitoris.

Tenia un sabor delicioso me encantaba su sabor le abri las piernas con mis manos y seguí acariciandola con mi lengua y jalé su clitoris con mis labios metiendo mi lengua hasta el fondo de su sexo, era una chica deliciosa y estaba ahi solo para mi

Parecía como si mi principe hubiese perdido la cabeza, pues actuaba como un loco. Me cogío en sus brazos y me llevó a mi habitación sin importarle que alguien pudiese descubrirnos. Estaba super asustada en el trayecto y lo peor de todo es que tampoco me atrevía a negarme a sus deseos pues dentro de todo se trataba del principe de Marsella, donde su palabra es ley.
A penas me acostó en la cama ya a los pocos segundos me había liberado de mis ropas, tocando todo lo que en ellas se ocultaba.
-Señor... yo - no pude terminar la frase y comencé a gemir pues sus labios ya estaban en mi sexo.

Seguía lamiendo su sexo abriendo sus piernas con mis manos y hundi mas mi cabeza en su sexo lamiendo su clitoris y mordiendolo lentamente mientras separaba mas sus piernas y las ponia alrededor de mi cabeza mis dedos comenzaron a hurgar en su ano y suspiré al escuchar sus gemidos, me excitaba en sobremanera hacer esto con ella no tenia nada de practica y ya sabia lo que debía hacer para excitarla para callar sus negativas, me encantaba estar con ella -Te amo Bianca- susurré

Esto no iba nada bien, pues estaba haciendo hasta lo imposible por no gemir más alto, pero ya casi no podía contenerme y no sabía cuanto más soportaría.
Separé un poco más mis piernas y mi cuerpo se estremecía cada vez que mi principe me lamia.
Llevé mi diestra a su pelo y lo enredé con mi mano, jalándolo tras la desesperación de sentir su lengua jugar en mi sexo.
Los gemidos se hicieron más fuertes y solté su pelo para cubrirme la boca con la mano, estaba envuelta en pura desesperación.

Seguía lamiendo su sexo y subi mis manos a sus pechos y comencé a acariciarlos con fuerza hacidendo que su mano no pudiera callar sus gemidos, esto se escucharia por todo el palacio pero no me importaba estaba haciendole el amor a mi mujer mi futura mujer.

-Bianca quieres ser mi reyna?- pregunté mientras seguía lamiendo su sexo y lo mordisqueaba al igual que su clitoris lentamente sintiendo sus espasmos

Me encontraba completamente extasiada, ni siquiera me había dado cuenta como había llegado a este punto, pero la verdad ya poco me importaba eso, solo debía disfrutar.
Me preocupada que me tuviese en semejante posición pues no podía cubrir mi boca y la verdad los gemidos eran incontrolables, cualquiese que pasase cerca del pasillo podría oír lo que aquí dentro estaba ocurriendo y claramente era una excelente excusa para correrme de aquí.
- Su .... reina?- le pregunté con dificultad jadeante -no creo ... - gemí alto al sentir su lengua ahora en mis pechos -no creo ... que eso sea .... posible- terminé la frase .

Estaba besandola toda con mis dedos dentro de su sexo mientras lamia y besaba sus pechos con toda mi boca y con mi lengua, era lo mejor, me excitaba, me gustaba demasiado, sus labios, sus ojos, su cuerpo, queria poseerla ya, los gritos y gemidos de ella me excitaban cada segundo mas al escuchar su respuesta no pare pero me limité a preguntar -Por que no bebé- dije lamiendo sus pechos y suspirando en los mios, la amaba, demasiado queria estar con ella para siempre tenerla junto a mi, -Te amo Bianca- dije en un susurro.

-Porque soy su sirvienta ..... y porque .... engaña a la señorita Rachel conmigo ..... y porque era prostituta hasta que me hizo suya- argumenté bastante rápido producto de la excitación, ya no podría seguir mucho tiempo más asi, pronto recibiría un orgasmo, pues cada caricia de mi principe era como recibir una descarga electrica, lo amaba demasiado, el lograba lo que nunca ningún hombre consiguió en mi... mi completo corazón.

Seguía con lo mio y la tome de las piernas pusesus piernas alrededor de mis caderas y de un golpe la penetre por completo robandole varios gemidos y senti su cuerpo temblar de placer llegando al orgasmo, sonreí viendola -Te gusta?- seguia embistiendo lentamente sin dejar de acariciarla besando sus labios por momentos despues sus senos, era delicioso estar con ella, de esta manera tan espectacular, seguia penetrandola cada vez mas fuerte y mas rapido gimiendo y perdiendo mis gemidos en sus labios.... -Oh por Dios!-

No me esperaba que interviniese de ese modo, pero no podía negar que lo estaba disfrutando aunque me había tomado por sorpresa.
Ya había llegado al orgasmoy mi principe se empeñaba en llegar a uno también, parecía tan concentrado en sus actos, que dijese lo que dijese seguramente no lo escucharía.
Besaba sus labios con pasión pese a las pocas fuerzas que me quedaban, quería que quedase satisfecho al igual como había conseguido yo hace segundos atrás.

Seguia penetrandola, besandola, queria excitarla nuevamente para que llegaramos juntos al orgasmo deseado, la amaba, ella me amaba, era lo mejor que me habia pasado, mordi su labio inferior y entre por ultima vez en su sexo y llegué al orgasmo dentro de ella eyaculando y soltando chorros de semen dentro de ella me mordi el labio para no gritar, habia llegado demasiado pronto pero me encantaba esta sensacion.

Seguia penetrandola y mi miembro se torno flacido dentro de ella, salí de ella y suspiré acostandome a su lado abrazandola junto a mi besando su delicado cuello y acariciando sus senos -Bianca te amo-

Lo abracé instintivamente una vez terminó en mi interior -también lo amo mi señor- dije cerrando los ojos apegándome a su cuerpo mientras me apoyaba en su pecho con suavidad.
Suspiré botando el aire lentamente, estaba completamente cansada y no podía estar demasiado tranquila sabiendo que ambos estabamos haciendo algo malo y justamente en el peor de los sitios en que podría estar haciendolo... el mismo palacio donde vive su prometida.
-Estoy nerviosa.. .- susurré volviendo a abrir los ojos, la verdad era que lo que estabamos haciendo era horrendo por mas que lo amase.

La miré y acaricié su rostro y sonreí de lado, acaricie su espalda desnuda y en un susurro le dije -Te Amo, y mañana rompo mi compromiso con Rachel- sonreí quería verla a los ojos para ver su reaccion aver si se ponia feliz, enojada, triste, nos abia pero lo que sabia era que pronto estariamos juntos.

-Vamonos a Verona- susurré sonriendo, -Como Romeo y Julieta, quiero estar contigo siempre- susurre mordiendo su cuello lentamente y la tome de la cintura y comencé a besarla lentamente en los labios

Fruncí el ceño incrédula al oír lo que por sus labios salia... en serio iba a dejarla o solo era una mala broma? ... pero el resto de sus palabras logró convenserme. -Verona? nunca he ido allí- dije sincera, no conocía mas que Rusia y Paris. Claro que me encantaría, la verdad es que ir con el a cualquier sitio sería perfecto .... pero no podía no estar confusa, no era que creyese que mi principe era un mentiroso pero .... ¿dejar el compromiso con la señorita Rachel? osea... estaba planeado desde hace tantos años ... era dificil de creer.

La tomé de la mano y la abracé fuertemente -Eres lo mejor que me ha pasado en la vida- susurré en su oido y comencé a besar lentamente su cuello y bajar hasta sus senos lentamente mientras acariciaba sus pezones con mi lengua bajando hasta su vientre llenandolo de besos y caricias con mi lengua, -Te amo- susurré lentamente mientras seguía besandola, me estaba volviendo loco, si, muy lco al estar con ella era una chica preciosa, y me encantaban sus ojos y su cabello dorado callendo detras de su espalda, excitandola cada segundo mas.

Nuevamente empezó a excitarme y eso que a penas habíamos acabado.
- Ya ya tranquilo mi señor- dije levantándo su cabeza con mi diestra desde su mentón, haciéndolo que saliese de mis pecho, ya había sido suficiente y realmente estaba demasiado nerviosa como para empezar con nuestros deliciosos actos otra vez. Lo amaba como a nada, pero para ser sincera... seguía resultandome dificil la idea que nos largaramos de aquí ¿como podría renunciar a su reinado para irse con una simple sirvienta como yo? ... no tenía mucha lógica considerando que no tenía nada para ofrecerle.

La miré a los ojos y acaricié su rostro con mis dedos, -Te Amo Bianca Slovich Te Amo- susurré mientras pasaba mis dedos por su cintura lentamente y la abracé por completo a mi cuerpo

Mientras hacia esto mordi su narizita -Estas Tan bonita- me sonrojé al hacer eso y le mire a los ojos -Es verdad eso que dicen que cuando tienes sexo por primera vez no puedes parar?- dije poniendome ensima de ella besando su cuello dando por hecho que era cierto lo que decian

-Solo si la primera vez lo haces con la persona correcta, esa con la que deseas volver a tener una experiencia similar... - sonreí de medio lado al terminar la frase, la verdad es que no iba a entrar en detalles respecto a mi primera vez, lo mejor era olvidarlo.
Pese a estar abrazados el frío empezaba a invadirnos por culpa del mal clima, asi que antes de ponerme a temblar cogí las mantas y nos cubrí a ambos, colocándome sobre su pecho nuevamente.
Empezaba a cerrar los ojos cuando de pronto la puerta se abrió de un golpe. "-Bianca que demon ...."- la señorita Giselle no alcanzó a terminar su frase cuando entendió lo que sus ojos veían ... yo y el principe de Marsella en la misma cama.

La abracé y acaricié su cabello lentamente besé su frente y acaricié su rostro y comencé a besar sus labios, me empecé a quedar dormido teniendola en mis brazos acariciando su espalda lentamente -Buenas noches princesa- dije en un susurro.

Acaricié su rostro y me estaba quedando dormido que tan solo escuché como azotaban la puerta y gritaban suspiré y mire a Giselle -Sal del cuarto de Bianca no te han enseñado a tocar las puertas!- dije algo enojado

Me quedé inmóvil , completamente paralizada, la verdad es que no sabía como reaccionar... ¿debía disculparme?, no... no tenía por qué disculparme ante ella pues esto no tenía nada que ver con mis labores en el palacio.
En medio de mis pensamientos mi principe intervino por mi y en vez de separarme de su cuerpo arrepentida, solo me apegué más a él y lo abracé con mucha más fuerza cerrando los ojos tras la verguenza que significaba ser lo que aparentemente me asociaba con su amante o algo así.

Gisselle no podia dar credito a lo que veian sus ojos nos miraba a los dos como si fueramos extraños, ambos estabamos desnudos, acariciandonos y llegaba ella y nos habia quitado de nuestro amor, suspiré y miré a Gisselle, -Salte de aqui pidele una disculpa a Bianca-

Miré a Bianca y la tome del rostro besandola en los labios acariciando su rostro -Bianca mi amor nadie te va a correr de aqui nos vamos a ir juntos- dije mientras acariciaba su rostro, Gisselle estaba en shock

-"Disculpeme"- fue lo que oí de parte de Giselle, la verdad es que no quise abrir mis ojos, asi que no pude ver su expresión, pero daba igual ya mas o menos me imaginaba el rostro de asombro que debía tener.
No pasó mucho tiempo y oí como la puerta se cerró, volví a abrir los ojos y lo ví a él justo frente a mis ojos, rozando sus labios con los míos.
Fruncí el ceño y me aguanté las lágrimas, tenía mucho miedo de lo que ocurriría de ahora en adelante. -Esto no está bien ...- dije contra sus labios -estoy asustada- le confesé.

Acaricié su rostro y me acerqué a sus labios y comencé a besarla lentamente -No tengas miedo- susurré en sus labios y besé lentamente su mejilla -Yo siempre voy a estar contigo- dije mientras la miraba a sus bellos ojos acariciando su bonito cabello.

Suspiré mientras acariciaba su mentón y mordí este lentamente, sintiendo sus delicadas manos abrazar mi cuerpo, era tan delicioso estar junto con ella, la amaba demasiado -Te Amo- dije en un susurro

-Técnicamente usted no me pertenece mi señor ... aún tiene el compromiso con la señorita Rachel y eso será así hasta que intervenga en ello- lo miré fijamente -mientras tanto tengo derecho a estar asustada...- añadí mirándolo de la misma manera. Me encantaba el roce de su piel y prácticamente todo lo que incluía estar cerca de él, pero tenía que ser realista, estaba metida en un tremendo lío.

Sonreí en sus labios y acaricié su rostro -Vamos princesa ya, deja de pensar en eso- dije mientras me acostaba en la cama y la ponia arriba de mi abrazandola.

-Puedo dormir hoy contigo?- susurré bsando su oido, era la primera vez que me enamoraba tanto de una mujer, era la primera vez que el corazon se me queria salir del pecho era la primera vez que amaba a alguien y en un susurro solo pude decir -Te amo demasiado mi vida- besé sus labios y la mire a los ojos.