Siguiente paso [Andrew]

Entré hasta el fondo de ella y mordí su barbilla lentamente mientras con mis manos en su trasero la aprete hacia mi y entre hsata el fondo sintiendo como llegaba hasta lo mas profundo de su ser.

Sentia su cuerpo temblar con el mio, sentia su respiracion acompasada con la mia mordí su oreja izquierda mientras la aprete muchisimo mas a mi cuerpo, su cuerpo y el mio eran uno solo, sentia espasmos de placer demasiado ricos, sentia sus gemidos en mi oido, era una sensacion unica y deliciosa -Te amo Bianca- dije mientras seguia penetrandola

Las penetraciones continuaban al igual que el placer que nuestros cuerpos experimentaban. Mi mano que estaba alrededor de su cuello la llevé hasta su pelo y lo jalé con determinación. -También lo amo mi señor- respondí jadeante a sus palabras, quizá sonaba extraño que me refiriera a él de esa manera después de habernos confesado nuestros sentimientos ... pero es que no era nada fácil cambiar tan rápido cuando tanto tiempo había estado acostumbrada a ser su sirvienta.

Nos compenetrabamos de una forma deliciosa, su cuerpo y el mio sudaban llenos de placer, mordí mi labio inferior y sonreí ante sus palabras -Andrew...- contesté mientras seguia penetrandola -Solo Andrew- dije mientras seguía penetrandola sintiendo sus espasmos llenarme de total placer.

Estaba pasandola de lo mas bien con ella, era lo mejor que me habia pasado, esta mujer era mi vida

Ok ok, sabía que contaba con la aprobación de llamarle por su nombre, pero aún así yo no podría tan facilmente, era demasiado atrevimiento la verdad, pero esperaba acostumbrarme de a poco.
Las penetraciones no cesaban y disfrutaba cada una de ellas, era delicioso sentirlo de esta manera dentro de mi, ahora si ya le pertenecía por completo... en estos momentos era suya y de nadie más.
Los movimientos comenzaron a acelerarse y creció el placer para ambos, tanto así que comencé a rasguñar su espalda pues ya empezaba a aparecer la desesperación en mi interior.

La mire a los ojos y comencé a penetrarla cada vez mas rapido entraba y salia, me movia en circulos sus gemidos me alentaban a seguir con lo mio, la tomé de la cadera y seguí penetrandola y mordi su labio inferior, me estaba gustando mucho esto y mordí su mejilla al igual que lamia su barbilla, ya no sabia que hacer estaba super excitado, cada movimiento cada gemido cada jadeo me llenaba mas y mas... Sentí como poco a poco mi miembro se hinchaba dentro de ella al mismo tiempo que su vagina se contraia en mi miembro y lo apretaba mas.

Estabamos llegando al orgasmo juntos

Comencé a gemir más fuerte y a acompañar de pronto los movimientos que mi principe me daba, haciendolo en la misma dirección.
De pronto lo empujé a un lado y me subí sobre su cuerpo, cogí su miembro con mi diestra y lo introduje en mi, comenzando a dar pequeños saltos sobre él.
Las palmas de mis manos estaban en su pecho esta vez y mi larga cabellera rubia se movía en diferentes direcciones producto de los movimientos. Los gemidos volvieron a salir rapidamente de mi boca y sin dejar de moverme cogí las manos de mi principe y se las coloqué en mis caderas para despues llevar mis manos a mis pechos y masajearlos esperando el orgasmo que ya estaba llegando a mi.
No pasó mucho tiempo y di mi último gemido de placer, dejando caer mi cuerpo completamente sobre el de Andrew.

Al sentir como se subio arriba de mi una corriente electrica me recorrio totamente, cerré los ojos y me mordí el labio estaba tan excitado, que sentí como ella comenzaba a llegar al mismo tiempo que chorros de semen salian de mi miembro al llegar al orgasmo al mismo tiempo que ella.

Sentí como cayó sobre mi y la miré sonriente, sabia lo que habia pasado y comencé a acariciar su cabello lentamente, era la primera vez que hacia algo como esto y ella lo habia vuelto inolvidable.

Una vez caí a su cuerpo me relajé completamente, cerré los ojos y suspiré rendida. Sentí sus caricias en mi pelo, eran dulces y muy delicadas, era la primera vez que alguien me acariciaba de esa forma, es más ... era la primera vez que hacia el amor realmente y no solo era sexo nada más.
Comencé a besar su pecho aprovechando la posición en la que estaba, eran sutiles y tiernos besos que daba con la poca energía que me quedaba.

Sonreí al sentir sus besos y seguía acariciando su cabello, besé lentamente su cabello y la abracé a mi, suspiré, la sentia tan cerca, tan mia, sonreí ante esto... Mía! Si, era mia... Solo mia.

Acaricié su espalda desnuda llegando hasta su trasero y subi hasta su cuello comencé a besar lentamente su cabello, su cabello de oro, era ella lo mejor que me habia pasado, -Puedo pasar la noche aqui contigo?- pregunte mientras la acariciaba, no podia negar que era el mejor dia de mi vida.

Asentí con la cabeza -por supuesto, nadie se atrevería a echar de aquí al principe de Marsella - dije en un hilo de voz, muy bajito.
Me acomodé mejor sobre su pecho, acomodando mi cabeza más arriba, justo en su clavícula.
Abrí los ojos al rato de unos segundos mas tarde, tenía que despertar ya de este sueño, ya al día siguiente todo volvería a ser como antes, limpiaría pisos mientras la señorita Rachel paseaba por los jardines con el amor de mi vida.
No solo eso, también volvería a mi rutina de prostituta y me metería con todo hombre que quisiera placer con tal de conseguir un poco de dinero extra.

Pase mis dedos por su cuello y lo aprete un poco mientras estaba junto a ella -Te amo- dije mientras la acariciaba hasta llegar a su trasero nuevamente -Puedes dejar de trabajar aqui?- pregunte con un hilo de voz, queria que lo hiciera, ya sabia la respuesta pero me moria de ganas de tenerla junto a mi para siempre.

-Porque trabajas aqui?- pregunte sin siquiera dejarla responder mi pregunta anterior mientras acariciaba toda su espalda.

Negué con la cabeza ante su petición como una respuesta inmediata, suspiré y puse mi otra mejilla en su pecho, volviendo a acomodarme, pero esta vez solo por los nervios, tenía que moverme , la verdad me incomodaba mucho el tema pues tenía una larga historia atrás de todo ésto.
-Necesito el dinero, con lo que me dan en el palacio no me alcanza mas que para comer- desde niña me había encargado de tener esta doble vida y no podía imaginarme siquiera en dejar de lado esta opción.

Suspiré al escuchar su respuesta -Puedo pagarte el triple si eso quieres ademas de tu comida, y tu ropa yo te la comprare- dije mientras acariciaba su cabello y su espalda cada segundo que estaba con el me gustaba mas, acariciaba lentamente su cuerpo y mordi su mejilla.

-te amo y no quiero que otro hombre te toque de ahora en adelante- dije escuzando mi propuesta, si la amaba estaba locamente enamorado de ella

Sonreí y besé su pecho - mi señor... las diferencias serán vistas con malos ojos... y todos se darán cuenta de ello- por supuesto que sería así, a todos les causaría curiosidad que de un día para otra aparezca con ropas nuevas además de perder mi rostro de cansancio por dejar los turnos del Maison Rose.
-Además no es tan simple mi principe ... una vez dentro ya no puedes salir- los visitantes pagaban enormes sumas de dinero y los dueños no soltaban a sus chicas tan facilmente, a menos claro que las comprasen ... pero ya eran palabras mayores que ni siquiera mencionaria.

Suspiré y la pegué a mi cuerpo fuertemente -Y que puedo hacer para que no entres de nuevo aqui- acaricié su su espalda y besé su mejilla y despues sus labios acairciando su cuerpo lentamente.

Me gustaba mucho estar con ella y necesitaba sacarla de aqui cuanto antes, no podia dejarla aqui por mucho tiempo, talvez si la compraba, o algo asi... podria hacerla mia como a las geishas.

Si, talvez eso funcionaria, o no se! necesitaba saberlo o investigarlo

Volví a negar con la cabeza sin pensarlo dos veces, no dejaría que me comprara, no tenía sentido pues el ya contaba con un compromiso de matrimonio con la señorita Rachel.
-No hay forma, nada mas considere cuanto dinero se mueve aquí dentro cada noche, los dueños no permitirán que sus chicas se les vayan así como asi ... - susurré acariciando su pecho con mi diestra, amaba tanto a mi principe que no me importaba el resto, yo ya me sentía mas que satisfecha por el momento que me había dado hace un rato... era mucho mas de lo que podía pedir alguien como yo.

La mire y suspiré, acaricie toda su espalda -sabes que? y si te compro?- pregunté viendola a los ojos.

Puse mi mano en su nuca y la acerqué a mis labios comencé a besarla lentamente chupando sus delicados labios cerré mis ojos y estaba volviendo a besandola mordiendo su labio inferior bajando hasta su trasero y la aprete hacia mi y baje lentamente hasta su cuello mordiendolo y lamiendolo, era lo mejor que me habia pasado -Bianca te amo-

No pude esconder mi cara de felicidad al oir eso ... es que de verdad iba a comprarme? eso sería estupendo, para alguien que no merecía nada como yo.
Comenzamos a besarnos y luego a mimarnos el uno al otro, dandonos caricias y lamiendo algunas partes del cuerpo demostrandonos afecto.
Lo deseaba demasiado conmigo... conmigo y nadie más, pero esa petición era pedir mucho, así que no me importaba que tuviese que mantener su compromiso con la señorita Rachel, después de haber podido experimentar semejantes sensaciones con el toda esta noche.
- Yo no diré una sola palabra de esto- quería que confiara en mi, este sería nuestro secreto y nadie jamás podría enterarse si quería mantener mi cabeza en el mismo sitio, pues sabía que si la señorita Rachel descubría ésto, no dudaría en mandarme a matar. -Le pido lo mismo por favor - supliqué mientras lo veía a los ojos aún sobre su cuerpo, no quería morir tan pronto cuando recién comenzaba a disfrutar el momento de haber estado con él.

Sonreí y mordi su cuello y comencé a besarlo lentamente y en un susurro dije -Cuanto me costará llevarte conmigo para siempre?- pregunté mientras seguía besando su cuello, tomé su mano y la puse en mi cabello y la hice que me acariciara, sus manos me encantaban.

Sus labios me volvian loco, estaba enamorado de Bianca y ya no me importaba Rachel que desde hace un tiempo atras la notaba rara con uno de su reino.

No respondió a mis palabras, por el contrario, intervino con otra pregunta.
-Bastante- dije aunque realmente no sabia cual era la cifra exacta, pero si estaba segura que era bastante elevada.
Quería salir de aquí para siempre ... y que mejor que con la ayuda de mi principe, al cuál no me molestaría pertenecerle por el resto de mi vida, sino todo lo contrario, sería un completo placer, aunque claro, no era como lo estaba pensando ... él me compraría y yo no tendría que venir más aquí, pero solo es eso y listo, no nos caseremos ni tendremos una vida juntos, solo conseguirá mi libertad y nada más, pues su vida iba destinada con otra persona desde que era pequeño y lo comprometieron.

Acaricié su rostro lentamente y sonreí -Y si no me caso con Rachel?- dije mientras la miraba a los ojos besando su mano lentamente, saqué un fajo enorme de billetes y traia un maletin lleno de estos mismos, lo acerque a ella y abri el maletin -Que te parece? Me serviria?- pregunte viendola a los ojos.

Esta chica me habia robado el corazon ahora estaba mas que enamorado de ella, era lo mejor de mi vida, la amaba y queria tenerla junto a mi para siempre.

Besó mi mano y luego se giró para tomar algo que estaba en el piso junto a la cama. Mis ojos se abrieron como platos al ver semejante cantidad de dinero... aunque claro no debería extrañarte tanto pues él y su familia eran dueños de todo lo que Marsella tocaba.
Un momento ... ¿me había preguntado sobre rechazar el compromiso? -pero... pero mi señor, usted no puede hacer eso, sus padres jamás lo aprobarían - era una completa locura, su boda estaba planeada prácticamente del momento en que nació.

-Mis padres no diran nada- dije sentandome en la cama viendola a los ojos -Que dices? Alcanza o mas?- Saqué un portafolio y lo abrí traia mas dinero ahi para divertirme pero ella lo valía.

La miré y la tomé del rostro besandola y tomandola de la cintura apretandola por la cintura mordiendo su labio inferior suspirando junto a ella sus labios con los mios me encantaban su cuerpo a mi lado me excitaba demasiado, no podía evitarlo estaba completamente enamorado de Bianca.

-Imagino que es más que suficiente si es que eso es lo que le preocupa mi señor ... - dije encogiendome de hombros y sin pasar mucho tiempo me tomó de la cintura y comenzamos a besarnos otra vez.
¿De que se trataba esto? era imposible creer en que podría tener una vida con él porque nuestras condiciones sociales no lo permitían, con mayor razón si considerabamos que él era el heredero al trono... jamás podría llevar su reinado junto a quien había sido su sirvienta, era ilógico.

Me puse arriba de ella y sonrei viendola a los ojos -Te amo Bianca- dije mientras pasaba mi mano por su sexo que comenzaba a emanar fluidos del mismo, comencé a meter mi dedo dentro de este y comenzaba a bajar por su cuerpo hasta llegar a su sexo y comencé a lamerlo lentamente.

La tome de la cintura y la acercaba mas a mi boca y mi lengua se apoderaba dee su sexo mientras mis manos subieron a sus pechos y comenzaron a acariciarlos lentamente.